La jarilla es un arbusto silvestre resinoso de flores amarillas típico de la región oeste de Argentina donde crece cerca de la cordillera de los Andes en suelos secos y áridos. Sus cualidades medicinales han sido utilizadas durante siglos por los indígenas andinos para curar dolencias musculares, infecciones, y diabetes, entre otros usos como combustible y madera para barbacoas. Además, sus raíces ayudan a proteger el suelo de la erosión causada por los fuertes vientos característicos de la región.
La jarilla es oficialmente la “Flor Provincial de la región de Mendoza”, donde se le puede apreciar adornando el paisaje entre viñedos y la cordillera. Florece durante los meses de octubre, llenando el ambiente con su peculiar aroma a resina sobretodo en los días lluviosos. Durante las altas temperaturas de verano, los arbustos liberan sus compuestos aromáticos, que se dispersan por el aire fijándose en los racimos. Esta interacción entre la jarilla y las vides se considera parte de los elementos que componenen el complejo terruño Mendocino y puede aportar a los vinos delicados aromas a pino fresco, vegetales verdes, y tomillo.
Autor: Maytte Rivera