El poniente y levante son dos corrientes de viento que afectan los viñedos de la región de Jerez en el suroeste de España. El poniente sopla desde el Océano Atlántico hacia el este durante los meses octubre a abril, cargando aire húmedo y fresco. Esta humedad es esencial para mantener “velo de flor”, una capa de levadura que se crea sobre los vinos y le brinda sus peculiares sabores agrios y salinos. El levante es todo lo contrario; este viento seco y fuerte sopla durante el verano desde el Mar Mediterráneo hacia el oeste protegiendo los viñedos de enfermedades como hongos y ayudando a las uvas a madurar correctamente. Estas corrientes, acompañadas de los peculiares suelos y geografía de la región, contribuyen grandemente a el estilo de vino fortificado típico Jerez.
Autor: Maytte Rivera