La historia de la uva tinta Cariñena es un poco como montaña rusa. Una vez favorecida por los altos rendimientos que puede producir, luego despreciada por la falta de caracteres frutales cuando no madura completamente, para volver a ser elogiada por la calidad de sus vinos cuando se elabora con viñas Viejas y su Resistencia a la sequia. Se cree que es originaria de Aragón en el noroeste de España, y su nombre hace referencia al pueblo de Cariñena. De allí viajó a Cerdeña en Italia, Languedoc en Francia y otras zonas de la costa mediterránea, buscando el sol y el calor que tanto necesita para madurar por completo, expresando aromas de arándano, tabaco y carnes ahumadas.
La cariñena se considera una uva de mezcla importante, ya que agrega color profundo, acidez brillante y taninos afilados adecuados para una larga crianza en botella. En Languedoc, donde se conoce como Carignan, esta uva de cuerpo completo se combina con Garnacha y Syrah, y en la década de 1970 era la uva más plantada de la zona. En Rioja, España, le llaman Mazuelo y forma parte del tradicional ensamblaje con Tempranillo y Garnacha.
Solo el 3% de los viñedos de Rioja están plantados con esta uva en la actualidad. Bodegas Arizcuren produce un vino monovarietal muy especial llamado Solomazuelo de viejos viñedos familiares, lleno de sabores de frutos negros, cacao y balsámicos. Debido a sus taninos estructurados, este vino continúa evolucionando en la botella durante 10 años o más.
La Cariñena es perfecta para la temporada festiva, ya que combina muy bien con jamón ahumado, pernil de cerdo o pavo asado. ¡Lleva una botella de algo diferente a la próxima reunión familiar, comparte y disfruta!
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Autor: Maytte Rivera
