Los vinos de cosecha tardía se elaboran con uvas que se dejaron en la vid por un tiempo prolongado para aumentar su contenido de azúcar. Estas uvas generalmente se cosechan a fines del otoño (uno o dos meses después de la cosecha regular) luego de que se hayan deshidratado un poco, lo que ha provoca que el azúcar se concentre. Cualquier uva se puede cosechar al final de la temporada, pero las blancas como Riesling, Muscat y Vidal tienden a adaptarse mejor al proceso.
La mayoría de los vinos de cosecha tardía se vinifican como vinos dulces y los mejores mostrarán equilibrio entre su azúcar residual y su contenido alcohólico y acidez para evitar que se sientan empalagosos. Para ver un ejemplo perfecto de estos deliciosos vinos, pruebe el Castello Banfi “Florus” Moscadello de Piemonte, Italia, o el Furmint de cosecha tardía de Royal Tokaji Wine Company de Hungría. Acompáñalos con una tarta de frutas frescas,un queso añejo fuerte, o simplemente como gustito luego de la cena.
Autor: Maytte Rivera