A mediados del 1800, el botánico francés Francois Durif descubrió una uva de aspecto inusual en su vivero, resultado de un cruce natural de sus vides Syrah y Perlousin. Llamó a esta pequeña uva de color oscuro “Durif”, y la nueva variedad logró viajar a California a fines del siglo XIX. Los enólogos de California bautizaron la uva como Petite Sirah, y hasta el día de hoy se considera una parte importante de la herencia temprana de la producción de vino de la región.
Petite Sirah está relacionado a pero no es la misma uva que Syrah. Produce vinos de color más profundo, más astringentes y llenos de aromas concentrados de arándanos, pimienta negra, hojas de té y cacao. Sus altos niveles de antocianinas proporcionan no solo la pigmentación de color rojo intenso, sino que también son una Fuente de antioxidantes saludables.
Petite Syrah todavía se considera una variedad de uva inusual y la mayoría de las plantaciones se encuentran en California, Israel, Australia y Chile. En el Suisun Valley de California, el mundialmente famoso viñedo Caymus produce “Grand Durif”, un vino delicioso y opulento con intensos sabores de chocolate amargo, vainilla, canela y anis. En el Valle de Napa, la bodega Girard produce 100% Petite Sirah a partir de vides viejas, lo que brinda un ejemplo equilibrado y digno de añejamiento de esta poderosa uva.
Los vinos intensos son mejores cuando se acompañan de comidas intensas, por lo que recomendamos disfrutar de su Petite Syrah con hamburguesas de res a la parrilla, costillas a la barbacoa o chuletas de cerdo asadas. Decanta tu botella durante media hora para permitir que la concentración de aromas se desarrolle por completo. ¡Salud!
Descubre nuestra selección de Petite Sirah
Autor: Maytte Rivera